El valor del aire
Llegar a tener el bien
más preciado tras una hecatombe, te permitía estar en la élite de los
afortunados. Disponer de ese tesoro era el primer paso para aprovecharse de la
desolación, de la barbarie que se había levantado cuando los hombres agotaron
los recursos naturales de la tierra. Las colas de personas daban la vuelta
sorteando los escombros de una ciudad desolada, todos ellos darían sus
pertenencias por volver a respirar.
El poder sacar la máscara
que los mantenía vivos; un artefacto que no permitía distinguir las facciones
de aquellos con los que te cruzabas, una máquina que destrozaba los oídos con
aquel zumbido que se iba incrustando poco a poco en el cerebro; era el gran
sueño.
El promedio de vida no
era alto en una tierra destruida con un cielo cubierto de un color gris, que
cada día se hacía como más intenso y mucho más cercano al suelo que se pisaba.
Pasear no era una opción,
no existían esas conversaciones distendidas entre vecinos, la palabra amigo
llevaba años desaparecida. Las familias se disputaban los terrenos con los que
podían comerciar para mantenerse vivos.
Las salas de terapia, tan
distintas a las de tiempos pasados, se convertían en un lujo para la mente, el
cuerpo y la cordura. Poder estar en esa lista a pesar de saber que era posible
no llegar nunca a utilizar el turno, daba una esperanza a aquellos que estaban
anotados.
Los poderosos disponían
del imperio que dominaba a una humanidad que subsistían atrapados en artilugios
infernales, enchufados constantemente a unas baterías que cada vez duraban
menos y que con el paso del tiempo eran más difíciles de adquirir.
Las calles cubiertas de
cadáveres de hombres y mujeres que desesperados habían preferido desaparecer o
dar la oportunidad a unos hijos que luchaban desde pequeños sin la libertad de
jugar o simplemente reír.
Unas hectáreas cubiertas
por cúpulas de cristal contenían cientos de árboles que se mantenían por
aquellos que vivían cómodamente en casas lujosas dentro de espacios donde no
era necesario cubrirse con máscaras.
Así se lucraban de los
que necesitaban ese aire puro, oler de nuevo la vida, llenar unos pulmones
achicados con ese bien tan necesario.
El valor del aire lo
administraban unos pocos, otros, la inmensa mayoría, estaban dispuestos a
ofrecer todo lo que tenían para poder entrar en los verdes invernaderos, donde conseguir
una hora de esperanza.
De momento es gratis, pero si hubo unos sinvergüenzas que idearon el impuesto del sol... Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarLas películas de ciencia ficción, han dejado de serlo. El agua ha empezado a escasear en algunas regiones. La imagen futura sera la de carrotanques vendiendo el agua. Y el marrullero de Trump, diciendo con sus supremacistas y creacionistas, que el calentamiento global es una conspiración. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola! me gusto mucho el texto, la da miedo pensar que algo parecido puede pasar, pero la verdad es que como todo siga así, solo los ricos podran pagar la luz, el agua y el gas... Besos
ResponderEliminarUy da miedo pensar que vamos a terminar de esa forma. Te mando un beso.
ResponderEliminarDa miedo pensar que ese va ser nuestro futuro. Te mando un beso. https://enamoradadelasletras.blogspot.com/
ResponderEliminarSiempre existirá la élite que decide la suerte de los menos favorecidos. Un relato que bien podría hacerse realidad en un futuro no muy lejano. Me gustó y me asustó al mismo tiempo. Saludos...
ResponderEliminarmany things getting rare and scare day by day....
ResponderEliminarcomment by: Rainbow Evening: https://www.therainbowbeforeevening.com
Ya se leen por ahí historias que dan terror al pensar en lo que puede sucedernos. Y no está tan lejos de suceder, es alarmante en verdad.
ResponderEliminarOjalá pensemos!
Un abrazo Mar! Gracias ☺️
hopefully, it will not be happen ....
ResponderEliminarThank you for sharing your thought
Ojala el aire nunca se vea perjudicado, que nunca se vuelve toxico.
ResponderEliminarAmigo apóyame con una visita y comentario a mi blog https://epya.com.co/blog/ te lo agradecería mucho, apoyémonos mutuamente.
brrr so scary
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarDa miedo pensar que esto pueda pasar, pero como no cambie todo veremos como acabamos.
Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Me ha encantado leerte, y es que lo que mencionas no se aleja de la realidad, siendo unos pocos los que gobiernan y toman decisiones por la mayoría, donde un día quizás no muy lejano tengamos que dar todo para recibir un poco de aire
ResponderEliminarBuenos días, Mar.
ResponderEliminarUn relato distópico que nos asusta más por su posible e inminente realidad, cada vez más alejado de la ciencia ficción.
El pasado confinamiento y la necesidad de usar la mascarilla, todavía hoy lo es en muchos lugares, debería habernos abierto los ojos y avisarnos sobre nuestro inestable futuro. Sin embargo, nuestra memoria es demasiado frágil y volátil. Seguimos igual y pensamos que estas cosas solo pasan en la ficción. Hasta que no haya vuelta atrás.
Sí, cuando nada tenga remedio, serán los de arriba los que vivan y los de abajo los que sobrevivamos.
La especie más lista del planeta, dicen. ¡Claro, claro!
Muy buen relato, Felicidades.
Un Abrazo.
Hola.
ResponderEliminarDa miedo pensar que acabaremos así pero viendo lo visto es que vamos por ese camino.
Nos leemos.
No creo que falte demasiado para que este relato sea parte de la vida cotidiana. Luego de la futura guerra por el agua todo es posible.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Solo quiero compartir esto aquí,
ResponderEliminarMe diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3 en agosto de 2010. Un amigo valioso me habló sobre el Centro Herbal Dr. Itua en África Occidental. Ella me dio su número de teléfono y dirección de correo electrónico. Rápidamente lo contacté para garantizar que sus medicinas a base de hierbas curarán mi cáncer y me curaré para siempre. Dije que está bien. Le pregunto cuál es el proceso de curación, me pide que pague los honorarios que hice y dentro de los 7 días hábiles me envió el medicina a base de hierbas y luego me preguntó Le conté a mi amigo Gómez sobre la droga a base de hierbas para que me diera para ir a beberla. Entonces, después de beber durante dos semanas, me curé, estoy muy agradecida y prometo que lo haré. Se lo recomiendo a cualquiera que tenga cáncer y eso que estoy haciendo. Medicina a base de hierbas El Dr. Itua me hace creer que hay esperanza para las personas con todo tipo de enfermedades o que necesitan medicinas a base de hierbas para la enfermedad. Aquí está su información de contacto [Correo electrónico ... drituaherbalcenter@gmail.com. Web: www.drituaherbalcenter.com.
Gracias una vez más administrador del blog.