Un hombre en el sofá
La soledad puede tener
varias definiciones, todo depende del tipo de persona. La más destacada es
cuando el sentimiento de tristeza te invade por la muerte de un allegado. La
tristeza es una forma de sentirse solo, abandonado en un espacio que fue compartido
durante mucho tiempo.
En este caso una soledad
maligna afloraba en la mente de Eulalia, desde niña había algo raro en su forma
de ser, de mirar e incluso de caminar. Con los años dominaba a la perfección al
maligno que llevaba dentro. Descubrió que tener ese don le permitía apartar de
su lado al que le estorbaba y retener a aquellos que podían calmar su
existencia.
Ya entrada en años
conoció al que durante mucho tiempo fue el hombre con el que compartió una
vida. Le gustaba porque era callado, no molestaba y siempre estaba dispuesto
para hacer todo aquello que le pedía.
Nazario la miraba de
reojo cuando cruzaba la sala, cuando preparaba la comida, incluso cuando se
preparaba para salir a la calle.
Ella lo sabía, notaba esa
mirada e incluso podía detallar palabra por palabra lo que él estaba pensando.
Sonreía entre dientes imaginando cuáles serían esos pensamientos, si realmente
supiese que en su interior estaba el demonio, que la carcasa exterior era una
pantalla para pasar desapercibida entre la podredumbre de humanos que la rodeaban,
posiblemente Nazario se quedaría aterrorizado.
Se había deshecho de
muchos hasta encontrar al que ahora quedaba sentado en sofá del salón, un
hombre sin pretensiones, sin preguntas, sin ningún tipo de maldad, simplemente
alguien que podía dominar sin apenas esfuerzo.
Caminar por entre
personas sabiendo lo que cada una de ellas soñaba, sentía o padecía, le
producía placer, sentirse superior, la alejaba de una tristeza terrenal,
sintiéndose un ser supremo en todos los aspectos.
No tenía prisa por llegar
a casa, estaba convencida de que Nazario seguiría en aquel sofá, que no habría
movido ni un músculo de su delgado cuerpo, simplemente la miraría.
Sabía que nunca fuera
buena con aquel hombre abatido, encerrado en sí mismo, esperando que el mundo o
ella acabase con su existencia. Un hombre convencido de que aquella vida, no
era la suya y esperaba con paciencia esa recompensa de una mejor existencia en
cualquier otro lugar.
Una suave brisa movió las
cortinas del salón, Nazario sabía que ella había llegado, andaría por la casa
haciendo sus cosas, y él continuaría allí sentado, intentando no opinar para
que su difunta Eulalia no descubriese cuanto la despreciaba.
Y eso que hay personas que sin estar poseídas son igual a Eulalia o incluso peores. Eso sí, muy bien por Nazario, que sabe que si le da por plantarle cara a Eulalia, esta le arruina la vida con denuncias falsas de maltrato.
ResponderEliminarNo imaginé ese final! Pero me sigue encantando todo este ambiente, "espíritus nos rodean"... Pero Eulalia sigue sufriendo. Pobre.
ResponderEliminarunfortunate life for Eulalia....
ResponderEliminarthe flow of story is surprise to read...
Thank you for sharing
Bueno, aunque demonio pueda ser uno, no siempre gana. Me hace acordar su relato del cuento, En la diestra de Dios padre de Tomás Carrasquilla, donde Peraltica, le gana la partida al mismo demonio. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEs terrible aunque ella este poseída estar con nalguean a quien no se ama. Buen relato.
ResponderEliminaruuu so terrifing!
ResponderEliminarHola, menudo relato, me has dejado impresionada por el final, sin duda, muy bueno.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Tem muitas pessoas igual a Eulália.
ResponderEliminarUm relato impressionante.
Beijos
Um delicioso relato, com um final surpreendente!
ResponderEliminarGostei muito.
Te dejo un abrazo y que tengas un buen fin de semana!
Me has fascinado maravilloso lo que has escrito
ResponderEliminarsi parece sacado de la vida real de cualquiera de nosotros
Una genia del teclado eso es lo que eres besossssssssssssssssss
Hola, Mar!! A veces es la mejor manera de relatar cuanto nos ha hecho una "presencia" en nuestras vidas.
ResponderEliminarBuen trabajo, mantienes al lector pendiente.
Buen finde
Me encanta leerte porque sé que además de disfrutar con tu narrativa, siempre acabas sorprendiéndome con los finales. Estupendo también este! Enhorabuena, Mar!
ResponderEliminarNo imaginaba este final y me gustó mucho, siempre me sorprendes y eso está muy bueno, buen fin de semana, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarUma grande história você nos trouxe, muito boa gostei. Obrigada pela partilha!
ResponderEliminarContinuação de boa semana.
Beijos