Peldaños en el bosque

 

Peldaños en el bosque

Conseguir vivir eternamente, lograr que las enfermedades fuesen simplemente leves, alargar la vida todo lo posible, o desear cuando y como cruzar esa línea que separaba la vida de la muerte, era lo que desde hacía años deseaba alcanzar.

La lucha tuvo su premio, sin ninguna duda, aquel que sigue un sueño, lo acaba logrando.

Todo comenzó una calurosa tarde, el sol brillaba como nunca, el calor junto con la humedad del ambiente hacía que la ropa se pegase al cuerpo. La solución, introducirse en el bosque, bajo los árboles, caminar por un sendero por el que ya nadie iba, resguardarse del calor con esa suave brisa que se colaba por entre las ramas.

Muy al fondo, mirando en línea recta, observó una figura que le hacía señas para que se acercase. No podía distinguir si era hombre o mujer, o quizás un niño por la poca estatura que tenía. Al principio receló de sí seguir adelante o no, sin embargo, aquella curiosidad que surgía ante lo desconocido, le dio el valor de apurar el paso.

Cuanto más se acercaba, más difuminada se volvía la sombra, a dos pasos de ella, ya no había nada, ni nadie, solo unos cuantos peldaños que parecían no llevar a ninguna parte.

Comprobó los alrededores, incluso las copas de los castaños, pinos y eucaliptos. Retrocedió parte del camino y desde allí la podía volver a ver, esa pequeña silueta que lo invitaba a aproximarse.

Caminó despacio, pendiente del momento en el que podría desaparecer, y justo a dos pasos la imagen se volatilizaba. No quedaba ninguna señal del espectro o lo que realmente fuese.

Los peldaños estaban formados por piedra grisácea, dispuestos hasta una altura de siete. Mientras los miraba pensaba quien los podría allí y para qué. Cuál sería su función o que pretendían colocar al final de la escalera. Aquella situación no era lógica, por más vueltas que le daba, nada tenía sentido, ni la aparición, ni los siete peldaños, y mucho menos que él estuviese dándole vueltas a todo aquello.

Decidió regresar por donde había venido, sin embargo, había algo que no cuadraba, la curiosidad lo estaba matando, tenía que saber o descubrir por qué le estaba sucediendo todo aquello.

Cruzó la línea hacia otro universo, tan pronto puso sus pies en el último peldaño.