La boda perfecta
Los invitados comenzaban a llegar, cada uno iba ocupando su puesto, todo estaba debidamente organizado para que la entrada de la novia fuese espectacular.
Ella miraba por la
ventana que daba al jardín donde se celebraría la ceremonia, el aire le hacía
llegar el aroma de las flores frescas. Bajo el arco blanco y verde, el
sacerdote disponía en orden de todo lo necesario.
En los primeros bancos,
la familia directa. Unos doscientos invitados, todos ellos conocidos, amigos,
algunos compañeros de sus trabajos con los que seguían teniendo relación, se
reunían para arropar a la pareja que ya iba siendo hora que pasasen por el
altar.
Él, en una habitación
contigua a la de la novia, intentaba ponerse la corbata, sus manos temblaban,
se sentó y cogió aire, realmente estaba abrumado por toda aquella fiesta,
desconcertado por la cantidad de gente que había acudido.
Al momento le vino a su
mente la imagen de la mujer a la que esperaría en el fabuloso altar. Estaba
enamorado, loco por ella, la amaba más que a su propia vida, y allí estaba
dispuesto a todo, ofreciéndole el regalo que tanto deseaba, lo que siempre
quiso, aunque tarde, tendría la boda perfecta.
Por un momento notó su
aroma, aquel perfume que llevaba años usando y que le daba ese aire de ser
única en el universo. No podía imaginar un día sin ella, sin estar a su lado,
no entraba en su cabeza la posibilidad de dejar de amarla, porque su corazón
estaba agarrado de tal forma que nada ni nadie lo podría soltar.
Al tiempo que sus manos
dejaban de temblar, anudó correctamente la corbata y pensó en el día que la
había conocido, un día que quedaría señalado en el cosmos, en las estrellas y
en su memoria. Corría detrás del sombrero que volaba con el viento, era
encantadora, con aquel gesto de desesperación, pues cada vez que parecía
llegar, el aire jugaba con ella y arrastraba el sombrero varios metros más.
Cuando se lo entregó y se
miraron, el mundo se paralizó, aquellos ojos dejaban ver el alma, permitían
bañarse en aquel azul transparente, de inmediato supo que existía eso que
llamaban amor, y desde ese momento fueron el uno para el otro. Se creó ese
orden universal que formaba el conjunto perfecto.
Bajó las escaleras que le
llevaban al jardín, la madrina lo esperaba para acompañarlo, una sonrisa se
dibujó en su boca, estaba emocionado, contento, satisfecho, alegre y sobre todo
enamorado.
Ella le vio de pie bajo
el arco y buscó a su padrino, recorrió el pasillo de varios metros entre la
multitud que la miraban expectantes, por lo bella que lucía.
Se dieron el sí quiero,
acompañados de sus cuatro hijos, nueve nietos y un biznieto.
Muy lindo, bellas descripciones y un gran mensaje: Nunca es tarde... Saludos...
ResponderEliminarUy que tierno. Me gusto el relato mientras esten juntos todo es perfecto. Te mando un beso.
ResponderEliminarQué lindo, qué ternura! Genera esperanza. Abrazos Mar, FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
ResponderEliminarGracias Maty. Un abrazo fuerte 😘
EliminarPrecioso relato, cuánta delicadeza descriptiva. Y el final es una sorpresa, que aún enriquece más la historia. Me ha encantado! Un fuerte abrazo, Mar! Y feliz cumpleaños!!!
ResponderEliminarGracias Mayte. Un fuerte abrazo 😘
Eliminarlove to read your descriptions.... wonderful story.
ResponderEliminarhave a great day
this was pleasure to read it!
ResponderEliminarUna pareja práctica, pues conviene casarse para según qué tributos y ayudas Estatales sean más baratas.
ResponderEliminarLinda história, amo ler você!
ResponderEliminarObrigada pela partilha.
Boa semana
Beijinhos
¡Hola!
ResponderEliminarPor favor, que historia más bella.
Creo que todos soñamos con ella. Llegar a esa edad en la que los hijos, nietos y porque no, biznietos puedan ser testimonios del amor tan profundo que se siente por ese compañero de viaje.
Confieso que en un principio pensaba que eran dos jóvenes los que se casaban, después de leerte, con más razón entiendo el título del relato.
Que envidia....
Besotes
Una ratificación del amor. Un abrazo
ResponderEliminarAdoro estos relatos que te dejan con una sonrisa, qué romántico, siempre tus relatos nos dejan ganas de más, qué maravilla, preciosa historia!
ResponderEliminarUn abrazo!
La decoración con globos puede ser una excelente opción para darle un toque especial y romántico a una boda. Los globos pueden ser de diferentes tamaños, colores y formas. Sin duda, una decoración con globos hará que la boda sea inolvidable.
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