Ser o no ser
Bendito el que cree, el que sueña, el que lucha, el que mantiene la mente abierta, pues conseguirá ser humano.
—¿Has visto, que complicados
son?
—Sí, lo veo, se ahogan en un
vaso de agua, son incapaces de ver más allá de sus propias narices, es una
lástima.
—Siento pena, pues habían
avanzado notablemente, y ahora todo se derrumba, están retrocediendo y lo más
triste es que no se dan cuenta.
—Pienso que, si se dan cuenta,
sin embargo, es mayor su afán de prepotencia y soberbia, que su propio
bienestar. Si llegan a descubrir lo sencillo que son los pasos a dar a lo largo
de la vida, todavía lo pondrían en duda.
—Ahora entiendo la actitud de
nuestros antepasados, el no querer influir en el avance de la humanidad. El
despegarse y dejarlos a su libre albedrío. El no compartir todo lo que existe
ahí afuera. Después de meses observando, los comprendo perfectamente.
—¿Y qué hacemos?, ¿nos vamos?,
o ¿esperamos?
—Lo mejor será dejarlos que
ellos mismos se den cuenta de hacia donde van, que esto tiene un fin y lo están
acelerando. Volveremos a recoger lo que quede.
—¿Cuánto tiempo consideras que
les queda?
—Unos doscientos años, más o
menos, si siguen con esa arrogancia, algo menos.
—Pasaremos el reporte para la
próxima expedición. Cuanto podrían aprender si fuesen capaces de pensar que no
están solos, que hay miles de otras civilizaciones muy similares, su existencia
mejoraría si fuesen competentes en saber vivir, compartir y sobre todo
explorar.
—Si ahora nos presentamos,
seríamos objeto de su estudio, se matarían entre ellos, nos intentarían
destruir a nosotros y acabarían por negar nuestra existencia. Se consideran
demasiado importantes y abusarían de ese poder que suponen tener.
El sol se ocultaba y la luna
resurgía acariciando el comienzo de la noche estrellada, algunas nubes se
movían rápidamente, mientras una nave se ponía en marcha abordando el espacio.
Por el momento, la tierra no
estaba preparada para los visitantes de otras galaxias.
Nunca me había planteado está situación. En efecto, a veces, no nos damos cuenta de lo poderosa que es la humanidad. Aunque nos fijemos en las absurdeces de la vida, pienso que está ahí la cosa. Lejos de lo que se consigue o de gana. Para mí está en las pequeñas cosas del día a día. Me ha gustado mucho tu post. Feliz domingo y día de la madre.
ResponderEliminarUn giro interesante, sin dudas. Bien escrito, aunque te sugiero que revises la puntuación de algunas frases: si las lees en voz alta, notarás que faltan algunos puntos y seguido.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe ha mantenido enganchado y he disfrutado mucho de la entrada <3
Un abrazo
¡Buenísimo! Un relato estremecedor por su veracidad y porque nos define perfectamente.
ResponderEliminarMejor dejarnos solos. Somos dañinos para el Universo.
Enhorabuena, Mar
Un abrazo.
Excelente seu relato amiga, seria bom se olhasse-mos para a humanidade com generosidade e que fôssemos mais humanos.
ResponderEliminarFeliz domingo
Beijonhos
Corrigindo erro!
ResponderEliminarFeliz domingo
Beijinhos
De existir vida extraterrestre, la presupongo mucho más inteligente (que no es difícil) que la humana. Dicho de otro manera: los marcianos jamás perderán el tiempo con nosotros. Los alienígenas nunca permitirán una evidencia clara de su existencia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, viene bien para este momento caótico que vivimos como especie. Quizás algún día, de verdad, podamos ser dignos de que seres más avanzados nos puedan guiar y aconsejar. Saludos.
ResponderEliminarNo sabemos vivir. El mundo como se infiere del texto, es una cloaca que terminará por cabar el mundo de putrefacción, roducto de su ambición desaforada. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarBuena historia me encantaría que vinieran seres de otros mundos. Te mando un beso.
ResponderEliminar¡Saber vivir! Muy bien planteamiento, muy buena reflexión. Me encantó eso de "cómo nos ven" desde las tras galaxias.
ResponderEliminarAbrazos! Feliz inicio de mes.
scary scenario if it would be happened....
ResponderEliminarnice story.... thank you for sharing
so great story dear! I find it very interesting:)
ResponderEliminarEs tan cierto, porqué creernos tan especiales y ser los únicos seres que habitan el Universo, quizá seamos los menos inteligentes destruyendo nuestro planeta, el lugar que es nuestro hogar, me gustó mucho tu entrada, saludos y buena semana. PATRICIA F.
ResponderEliminarY no creo que lleguemos a estarlo, como bien dices, seguro que antes nos autodestruimos. Una pena todo lo que está ocurriendo... atravesamos la parte baja de la montaña rusa ahora mismo.
ResponderEliminarUn beso.
Gostei de sua postagem é um relato cheio de verdades.
ResponderEliminarBeijos e boa noite.
Mar, excelente relato. Estoy de acuerdo con el enfoque que tienen otras civilizaciones, así somos los terrícolas de absurdos. Enhorabuena, me ha encantado! Un abrazo!
ResponderEliminarSomos o nosso próprio inimigo, lamentavelmente!
ResponderEliminarUm beijinho!
Megy Maia
¡Hola!
ResponderEliminarAunque no con las palabras exactas, siempre he pensado que ahí, en el espacio, en otros planetas hay seres que nos miran desde la distancia y sencillamente nos compadecen.
Por ser los seres más nefastos que habitan un planeta tan maravilloso como la Tierra. Y no solo eso, que no toman la decisión de visitarnos sencillamente por lo que nos expones en el relato. Porque así sería.
Gran texto.
Besotes
Quién sabe, si esos supuestos avistamientos que se ven sobre todo en EE.UU. son naves esperando su oportunidad pero, como dices, poco les va a quedar para destruir con el ritmo que lleva el planeta "gracias" a la acción humada,bss!
ResponderEliminarHola, cómo siempre me enganchan tus relatos, no puede ser más veraz y estremecedor, los humanos son a veces tan absurdos, muy lamentable. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Que impresionante! Pero en estos tiempos, todo es posible. Yo si creo que desde otros mundos nos observan, nos estudian. Un abrazo.
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