El velero

 


El velero

Ver despuntar el día con el sol reflejado en el cristal, le producía esa sensación de vida, de haber despertado y comenzar de nuevo con la actividad diaria. Así llevaba seis meses en el vaivén de la creatividad e inseguro de sí todo aquello que tenía en su mente podría plasmarlo con máximo detalle.

Intentó centrarse en los rayos cegadores de un sol madrugador, deseaba aclara la memoria antes de ponerse con la labor que le ocupaba la mayor parte de la jornada. Sentía esa libertad que pocas veces podía disfrutar, una independencia fugaz pero placentera. 

Veía como las olas se formaban a lo lejos y cuanto más se acercaban más imponentes eran, cruzaban por encima del velero, que parecía que acabaría devorado en un remolino de espuma y agua salada.

Se imaginaba el mástil mayor partiendo al medio y cayendo sobre las aguas grisáceas, todo lo que había en cubierta era arrastrado hacia el fondo de un mar sin fin, de unas aguas que engullían todo lo que flotaba.

Dejó esas imágenes en su mente y se preparó un café, comprobó que ese día no habría tormenta, pero no podía evitar imaginarla, así era como se instruía, manejando esas figuras virtuales que le producían la sabiduría que, unos minutos más tarde tendría que llevar a cabo.

La soledad era su aliada, sin interrupciones, con la certeza de que muy pronto volvería a la normalidad, a su vida cotidiana, a sus quehaceres, a ese trabajo que no le gustaba y que tenía que realizar, porque había que comer.

Seis meses de excedencia para un trabajo que le aportaba satisfacción, que si lo hacía bien sacaría un dinero que le vendría estupendamente para tirar una temporada.

Solo con sus pensamientos, con sus imágenes, con esa lista mental de tareas, descubría que feliz podía ser una persona haciendo lo que más le gustaba, lo que se le daba bien, lo que disfrutaba. Y que tristeza sentía cuando ese trabajo no era valorado como tal, por las horas dedicadas, por el esfuerzo, por la pasión y por la dedicación.

Sin embargo, este era un encargo, una petición muy especial por la que le pagarían y la que llevaba a cabo con sumo placer.

Colocó todo lo necesario, levantó la sábana y la dobló en una esquina. Dispuso lo necesario junto al caballete que contenía el lienzo de un gran velero navegando por aguas turbulentas.

El velero



Comentarios

  1. Hola, muy bonito relato, el arte puede ser liberador y hacernos más llevadera la vida. Como siempre el giro final nos sorprende. SAludos.

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  2. De esta, y no de otra, sí que dan ganas trabajar y crear.

    Saludos,
    J.

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  3. Bella historia siempre es genial enorgullecerse de nuestro trabajo. Te mando un beso.

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  4. Qué bonito! A la vez, algo triste su labor "obligada". Qué lindo sería vivir permanentemente en ese "jubileo", en esa alegría que da estar en lo que nos gusta.
    Abracisimo 🌺🕊️🌹

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  5. Un relato muy emotivo, de siempre me ha encantado el mar y ese mundo marinero. Surcar esas olas que nos describes tan bien y dejarte llevar por tus sueños.
    Me llega el olor a Mar en tus letras y a esa fantasía que algún día haré realidad.

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  6. Nada como la imaginación y esas imágenes virtuales que vienen, para realizar con entusiasmo un encargo creativo. Y que mejor, que sea por amor al arte, pero también tiene la contrapartida, que a veces no se valora debidamente el esfuerzo, el entusiasmo. Pero lo importante es, hacer aquello que gusta de verdad.
    Buen relato, Tinta.

    Un abrazo:)

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  7. Hola! Me ha encantado el relato y es cierto que es genial poder disfrutar haciendo lo que más nos gusta, aunque a veces no este todo lo valorado que tiene que estar, pero lo importante es ser feliz haciendo aquello que nos llena de vida y estar orgullosos de nuestro trabajo. Un beso.

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  8. ¡Hola!
    Qué precioso y que buena imagen para cerrar el texto. Me encanta siempre que te leo como suspendes la incredulidad del lector para luego dar un giro al final del relato.
    Un besote!! ^,^!!
    ELEB 💜

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  9. Es un buen relato de cómo la soledad, unos momentos a solas, nos hacen viajar y ponderar todos los escenarios. Y también cuestionar los escenarios actuales. ¡Un abrazo!

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  10. ¡Hola!
    Pues me he sentido muy identificada con el prota del relato.
    Amo el dibujo. Lo hago desde enana, y es una práctica que me transporta a lo inimaginable, que me aísla de este mundo de locos, que hace que me encuentre a mi misma muchas veces.
    Como siempre, un placer leerte, y como no, me tenías totalmente despistada al principio, creía que era un marinero.
    Besotes

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  11. Es precioso en serio y además me hizo sentirme identificada pero sobretodo en un parte completa que conozco de cerca, está:
    "Y que tristeza sentía cuando ese trabajo no era valorado como tal, por las horas dedicadas, por el esfuerzo, por la pasión y por la dedicación."
    Sigue así, de verdad es maravilloso.

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  12. Uma bela história que fiquei fascinada ao ler.
    Amei esse capítulo.

    Beijos e linda noite.

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  13. Hola,
    Me ha parecido una historia fantástica, y una genial forma de cerrarla.
    Abrazo y buen finde

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  14. Muy bueno el relato, es cierto que se disfruta como cuando hacemos lo que nos gusta.
    Besos

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  15. Me gusto mucho la historia. Aunque no siempre nos sintamos valorados, para nosotros los artistas, nuestro arte es un refugio, ¿no es así?
    un abrazo

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  16. No hace mucho leí un libro donde se hablaba un poco de la vida en el mar, que siempre debían estar prevenidos para la tormenta...y se ve que al pintor le habían dado la misma explicación, puesto que es así como reflejó al velero,bss!

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  17. Precioso relato el que nos has dejado sobre lo que trascurre el protagonista en el velero. Me ha gustado mucho la historia

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  18. Definitivamente el arte no es una actividad que todos aprecien por igual y puede resultar difícil y a veces frustrante querer vivit exclusivamente de eso, por eso muchos optan por trabajar en cosas que quizás no son de todo su agrado y en sus horas libres se permiten darle rienda suelta a su pasión, hermoso relato.

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