Uñas
Un precio justo era el que consideraba haber pagado por aquel coche, del que se había enamorado nada más verlo. Estaba convencido de que era una buena compra.
Se sentó al volante, lo
acarició, abrió la guantera y guardó los papeles. Acomodó el asiento a su
altura, se puso el cinturón y disfrutó del sonido, del que sería su nuevo
vehículo.
El concesionario estaba
cerrando, los empleados iban saliendo poco a poco, cuando las luces se
apagaron, pisó el acelerador para incorporarse a la autovía, daría una vuelta
larga para disfrutar de su adquisición.
Por un momento creyó ver
algo a través del retrovisor, una brisa helada recorrió su espina dorsal para
centrarse en la nuca. Intentaría buscar un área de servicio y poder parar, la
respiración se le estaba agitando, giró el cuello para mirar de reojo los
asientos traseros. No vio nada, continuó centrado en conducir, aunque aquella
mala sensación no se le iba del cuerpo.
Apagó la música, todo se
quedó en silencio por un largo momento. De pronto sintió un sonido aterrador
justo detrás de su asiento, sacó el pie del acelerador y puso todos sus sentidos
en lo que estaba escuchando, intentando descubrir que es lo que podía ser. Una
sombra alargada con grandes uñas, saltaba en la parte trasera, a través del
espejo interior veía el terror en sus ojos.
Ya no podía más, el
corazón le iba cien por hora, la boca la tenía seca y las manos le temblaban
intentando agarrar con fuerza el volante.
Algo saltó sobre sus
piernas, el corazón se le paró por unos segundos, mientras el coche se
deslizaba hasta chocar contra el quitamiedos. Por suerte la velocidad no era
alta, sin embargo, quedó algo desconcertado y desorientado, tanto el susto como
el accidente le hizo recuperar la conciencia lentamente.
Miró a los lados y abrió la puerta lo más rápido que pudo. Algo negro con ojos brillantes se enroscó en una de sus piernas. El pobre gato se había asustado mucho más que él y buscaba protección.
Fantástico relato de terror, tan asustada como el gato mientras lo leía. Perfecta descripción narrativa. Estupendo giro final. Felicidades, me ha gusto mucho! Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarPensé que te ibas a decantar por un alma en pena pero al final resultó un pequeño y asustado gatito. Muy buen giro. Saludos.
ResponderEliminarBuen relato me gusto y me dio un poco de miedo. El final es genial . Te mando un beso .
ResponderEliminarMadre mía, ¡Pensé de todo! Y obviamente no pensé nada bueno... Mar, te quedó super bien, tensión hasta el final. Tu escritura es impecable. Besos y abrazos!
ResponderEliminarMenudo susto se llevó !.... muy bien relatado ;)
ResponderEliminarSaludos !.
Diría que el gato era negro. Los animales de pelaje negro suelen ser bastante cabrones.
ResponderEliminarTengo que practicar en éste género. Me encanta. Buen post. Me paso por otro más, que llevo unos días desaparecida. Saludos de inicio de semana.
ResponderEliminarOstrassssss que sustazoooo.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
¡Hola!
ResponderEliminar¡No veas! Me has tenido en tensión todo el rato ¡eh! Jajajaaja
Vamos, intentando imaginar que podía ser ese ser oscuro que estaba en el asiento de atrás. Vamos, me he imaginado algún espíritu, fantasma, incluso una persona, pero no se me ha pasado por la mente, para nada, el pobre gato.
Como siempre, un gustazo leerte.
Besotes
Buen relate, aunque se me ha hecho corto. Me encantan los escritos con giros inesperados y que no son lo que parecen, yo suelo escribir así. Espero pronto poder sacar un libro, ya lo tengo todo preparado para ello.
ResponderEliminarWow! Me enganchó de principio a fin ese gato si que erizó la piel, por un momento creí que el suceso acabaría en fatalidad.
ResponderEliminarNo puede ser!! Y yo pensando que había algún espíritu en el coche, cómo iba a pensar que se trataba de un gato...Menuda forma de estrenar el coche, parecía que le daba un infarto al conductor...bss!
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