Trágico film
Regresar no era lo que
tenía en mente, esa sería posiblemente la última opción. La alternativa tenía
que ser desaparecer y volver a comenzar en un lugar donde nadie la conociese,
empezar de cero con una nueva identidad.
También había pensado en
quitarse de en medio, tomar un frasco de pastillas y dejarse ir en un plácido
sueño. Llevaba años que no podía sentir, simplemente caminaba por la vida como
si el viento la empujase, sin mirar y sin ver todo lo esta le podía ofrecer.
Dicen que recoges lo que
siembras, sin embargo, ella nunca había sembrado nada, ese refrán no se podía
achacar a su vida, al calvario de su existencia desde hacía unos años, nunca
había sido tan ruin, como para merecer tanto castigo.
Hubo un tiempo en el que, el pensamiento de asesinarle, iba y venía cada vez más a menudo. Esperar que se
durmiese y de esa manera, acabar con su vida para siempre. A pesar de estar
paralizada por el miedo, una luz iluminó aquella idea haciéndole ver, que no
valía la pena pasar años encerrada por acabar con la existencia de alguien de
esa calaña.
La maleta estaba hecha,
solo tenía que dar unos cuentos pasos y acercarse a la puerta, abrirla y salir
sin mirar atrás. No eran muchas sus pertenencias, poca cosa había acumulado a
lo largo de los últimos diez años, prendas que en su mayoría ya le pertenecían
de mucho antes, alguna joya de su madre. Aquel anillo que la ataba al desalmado
del que deseaba escapar. Lo miró mientras lo sacaba de su dedo para tirarlo
sobre la cama, en la que durante años había vertido miles de lágrimas bajo el
cuerpo repugnante del que era su marido.
Una cojera en su pierna
derecha comenzó dolerle, llevaba tiempo sin sentir esa pierna, ahora al
intentar huir apreciaba un ligero dolor por la zona donde él se la había roto,
un castigo por no tener la cena a tiempo. Cambió la maleta de mano, sentir ese
dolor le daba fuerzas para continuar hacia lo que sería su libertad, estaba muy
cerca, alargó la mano para tocar la manilla…
—¡Por dios! ¡Otra vez no!, siempre se tiene
que ir la luz en lo mejor de la película.
Duro relato con giro final insospechado. Qué respiro saber que no era real sino una película. En cualquier caso, acertada decisión de la mujer al querer abandonarlo, espero que el final de la película fuera ese, que lo abandona finalmente y consigue ser feliz. Un abrazo!
ResponderEliminarUy así `pasa genial relato te mando un beso
ResponderEliminar¡Me hizo pensar en Tesis!
ResponderEliminarMe sorprende que me digas sorprendiendo Mar, una y otra vez.
ResponderEliminarMuy buen micro. Te mando abrazo! 🤗
Perdón, que me "sigas*...
EliminarMe sorprende que me digas sorprendiendo Mar, una y otra vez.
ResponderEliminarMuy buen micro. Te mando abrazo! 🤗
Oi amiga, muito boa sua história !
ResponderEliminarEspero que realmente ela consiga deixar esse marido que não vale uma lágrima derramada.
Tenha um bom dia!
Beijinhos 🌷
HOLA HOLAAA!!
ResponderEliminarTe ha quedado precioso
Un besote desde el rincón de mis lecturas💞
Estos de Endesa se pasan. Cada vez son menos los que pueden pagar el suministro eléctrico.
ResponderEliminarAtrapada me tenías de principio a fin, solo me ha sacado el sorprendente final. Había olvidado que se trataba de una peli.
ResponderEliminarUn abrazo!
A veces las vivencias son tan subrealistas que sí, pueden ser cómo un film. Sobre las diferentes situaciones de la vida, recordar y hacer aquello con lo que nos sintamos libres, nadie que te trate peor que así mismo merece estar al lado de otra persona, es que ni respirar. Saludos y buen microrrelato. Ya llevaba tiempo sin pasarme. Estaba un poco desparecida pero si me haces share te comento con placer, lo haces muy bien. BESOTES.
ResponderEliminarQue relato más duro y a la vez tan real para tantas mujeres... Enganchada me ha tenido desde las primeras 3 palabras y no me esperaba el corte del final xD
ResponderEliminarUma ótima história, amiga!
ResponderEliminarBeijos