Manos vacías
Alargar la mano y notar
el vacío, no sentir un roce, aunque fuese leve, la hacía sentirse olvidada.
Sentía como el mundo le comprimía su cuerpo, notando la falta de aire, creyendo
que se rompería en mil pedazos al no poder soportar aquella soledad.
Unas semanas antes, todo
estaba bien, nada parecía que fuese a suceder y, sin embargo, sucedió. Que le
pidiese un tiempo para pensar era algo que no podía entender, rogarle que le
dejara espacio para saber qué era lo que quería, nunca se lo hubiese imaginado.
Pero ahí estaba, de pie,
mirándola a los ojos, hablando y hablando con palabras que le cruzaban su
cerebro, y lo taladraban tan despacio que le costaba reaccionar.
Cinco años maravillosos,
en los que había puesto toda su alma, suponiendo que él también la ponía. Meses
creando una historia que hasta ese momento parecía real. Días buscando su mirada
para encontrar ese amor que decía sentir.
Ahora se había ido, a
meditar, a descubrir lo que quería, a sentirse libre de presión, a buscar
respuesta al amor. No entendía que respuesta le daría el amor, pues simplemente
era un sentimiento, que se sentía o no.
En su cabeza todavía
resonaba aquella frase de despedida, una despedida temporal, algo que su
corazón enamorado no podía comprender, aún notaba el roce de sus dedos en su
mano, el calor de su aliento cuando la besó en la mejilla para abandonar el hogar
que juntos habían fundado.
Toda aquella casa la
consumía, cada rincón tenía una historia, en cada paso que daba percibía su
olor, incluso soñaba que lo tenía a su lado en una cama que llevaba semanas
vacía y fría.
Alargó su mano
buscándolo, esperando que la agarrase fuerte y para siempre. No notó el calor
que esperaba, no sintió el tacto del cariño, el sentirse arropada junto al
hombre que amaba con todo su ser.
Semanas largas y amargas,
con noches en vela llorando sin consuelo. ¿Cuánto tiempo le llevaba pensar?
¿Qué respuesta estaba buscando? Preguntas y más preguntas que quedaban en el
aire, de algo si estaba segura, que todo aquel dolor que la entumecía le había
dado el valor suficiente para despedirse de ese amor, del que estaba convencida
de que no volvería, y si lo hacía, ya nada sería igual.
La tristeza, junto con el
abandono, con la impotencia, con sentimientos dispares, habían creado en su
corazón una puerta oscura a la que tardaría tiempo en darle color, en volver a
confiar, en enamorarse. Llenó la casa de luz para ayudarle a preparar una nueva
historia que comenzaría a partir de ese mismo momento.
Bonito relato, expresas muy bien los sentimientos tras la ruptura de una relación. Lo bueno es que de amor nadie (creo) se muere. Un final con esperanza. Saludos.
ResponderEliminarMãos vazias não constrói verdades, nem um amor verdadeiro.
ResponderEliminarÉ um bonito capítulo que gostei de ler.
Uma boa tarde de sábado a você e família.
Beijinhos🌷
There are also situations when love cannot return. Because the last resort has reached her. I know this emptiness perfectly well.
ResponderEliminarPrecioso relato. El desamor siempre contiene tristeza, pero también esperanza en un futuro mejor. Me ha encantado esa frase que has escrito sobre lo que es el amor "era un sentimiento, que se sentía o no". Para saber si lo sientes no necesitas tiempo, es verdad. Enhorabuena!
ResponderEliminarSi, gracias a Dios siempre podemos escribir una nueva historia
ResponderEliminarPaz
Isaac
A pesar de lo duro de terminar una relación siempre es bueno comenzar de nuevo. Te mando un beso
ResponderEliminarMe gustó mucho esta historia. Gran sentimiento, real y profundo. Emotiva. Y, al final, el volver a comenzar, la esperanza de resurgir, de renacer.
ResponderEliminarAbrazos amiga! 🤗🤗🤗
De hecho, el amor es útil incluso en el fracaso. Los abogados matrimonialistas lo saben.
ResponderEliminarAl desamor, soslayo. Hay que vivir de nuevo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola guapa,
ResponderEliminarUn relato precioso y profundo sobre lo que se siente al sentir el abandono de la persona que quieres y, lo peor de todo, no comprendes porque lo ha hecho ni lo que has hecho mal.
Que bien has plasmado esa espiral de dolor soledad y sufrimiento.
Besos 😘
¡Hola!
ResponderEliminarNo sabes lo que he empatizado con este texto. A mí en su día también me pidieron tiempo para reflexiona, aunque duró poco este tiempo (el jodido a la semana quería volver Ja!)
¿Cómo se le ocurre a alguien pedir tiempo, en mi caso, después de casi 7 años?
Obvio que duele, y mucho, pero en parte yo lo viví como un "mejor ahora que después", porque alguien que te pide tiempo es alguien que en parte no confía en ti para abrirse de par en par, y yo no sé la prota, pero no concibo las relaciones con puertas cerradas.
Besotes
Me encantó este relato.
ResponderEliminarCuando las relaciones acaban siempre se pads por un duelo. La mayoría de las veces eso de pedir tiempo es un terminar definitivamente pero no saber como decirlo, es como dejar una puerta entre abierta por ai acaso, nunca me gustó, por eso para mi, si me pidieran un tiempo sería un cierre completo , como por qué alguien que te ama necesita tiempo? Tiempo para que? Para pensar si te quiere? Ya en el momento en que lo dudas es porqje ya no lo sientes. Y como todo es un proceso primero duele mucho y es bueno siempre sacar todo lo que sentimos de la mejor manera en qje se nos de.
Es una situación que ha pasado muchas veces y seguirá pasando, una parte se implica más que otra y de la noche a la mañana se acabó. Bien por ella que no tardó demasiado en entenderlo y comenzó el camino de recomponer su corazón,bss!
ResponderEliminarMe ha encantado el relato, me encanta cómo escribes y cómo podemos apreciar los sentimientos de dos personas que se quieren, son situaciones que pasan y pasarán.
ResponderEliminarUn beso!