El gallo "Apijarado"
El gallinero que levantaron al fondo de la propiedad sustituía al anexo a la casa que ya se quedaba pequeño para tanta ave. Una familia numerosa de cuatro generaciones convivía como podía, la venta de huevos era una ayuda para el sustento del hogar.
Noventa y cuatro gallinas
de todas las razas y de todos los tamaños compartían aquel lugar reinado por un
gallo, al que la anciana lo habían bautizado como “Apijarado”, cuando alguien
le preguntaba que significaba esa palabra, siempre respondía que era porque
tenía cientos de motas de colores repartidos por todas sus plumas.
El gallo era hermoso de
un tamaño poco normal, cuando desplegaba sus alas parecía que levantaría el
vuelo hacia lo alto del cercado. Era el rey de aquel gallinero y se lo creía,
estaba convencido de que todo lo que había allí dentro era de su propiedad y de
esa forma se lo hizo saber a todos los habitantes de la casa. Marcó su
territorio de tal forma que nadie podía acceder al huerto sin ser atacado por
el soberano.
Ladeaba la cabeza,
extendía las alas y echaba a correr tras anciano, hombre, mujer o niño que se
atreviese a pisar lo que consideraba su dominio.
La anciana lo miraba
desde la ventana, sentía tomar la decisión de deshacerse del gallo, sin
embargo, mientras tuviese esa actitud no podrían plantar en el huerto las
frutas y verduras de cada temporada.
Armada de valor se plantó
en el centro del huerto, el gallo se preparó para salir a defender su
territorio, cuando estaba ladeado la cabeza se fijó en el machete con el filo
listo para el ataque.
Bajó sus alas, caminó
despacio bordeando a la anciana, ladeó la cabeza y como si supiese que muerto
no valdría nada, regresó a su cobertizo.
La magia de un buen escrito se ve desde tu entrada Abrazo infinito
ResponderEliminarRelato sencillo, con un conflicto claro que se resuelve rápido y para bien de los personajes. Bueno de verdad y muy verosímil.
ResponderEliminarUma história real, pois acontecia na fazenda de meus pais.
ResponderEliminarO galo sempre foi o rei do galinheiro!
Bela história!
Um feliz fim de semana
Abraço
Genial relato muy original como el gallo. Te mando un beso
ResponderEliminarPensar que ya lo daba por gallo sin cabeza! Pero vaya con su inteligencia. Algo para pensar...
ResponderEliminarGracias Mar, estupendo siempre 💖💖💖
La certeza de la muerte transforma conductas.
ResponderEliminarExcelente história!
ResponderEliminarE se foi real, é digna de registo. Notável!
Buen domingo!
Ay no!!! el final jajaja me encanto 💜
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
Bestia, pero no bruta.
ResponderEliminarSaludos,
J.
jajajajjajajajajaja
ResponderEliminarla pucha que era inteligente el gallo!
A veces somos como ese gallo..Muy buen relato.
¡Qué precioso texto!
ResponderEliminarMe gusta leer cómo planteas el argumento, la solución astuta de tu personaje para ganar el respeto entre humano y animal. Sin duda alguna "Apijarado"es un gallináceo muy perspicaz.
Un saludo
Hola! Me ha gustado mucho tu relato, un gallo de una gran inteligencia!
ResponderEliminarAbrazo grande
Me gustan mucho tus relatos, por aquí me verás leyéndolos jaja.
ResponderEliminarUn saludo
¡Hola!
ResponderEliminarSi es que cuando digo que los animales son listos, es por algo, y muestra de ello es este peculiar pero carismático gallo de tu relato.
Y la verdad es que encuentro que hay en tu escrito una buenísima morajela, que más de uno de la raza humana que habita este mundo debería aplicarse.
Como siempre, un placer leerte.
Besotes
El instinto de supervivencia es algo que tenemos en común con los animales. Ella necesitaba plantar frutales y él seguir siendo dueño y señor del corral, así que tuvo que agachar la cabeza y reconocer quién mandaba de verdad,bss!
ResponderEliminarMuy entretenido el relato del gallo apijarado e imaginado la escena en mi mente con mucho detalle gracias a tan buena descripción que has hecho.
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