Levitar
A un metro de la cama su
cuerpo en vertical flotaba como un globo, una sensación extracorpórea que ya no
le producía miedo pues lo peor vendría después. Solo con estirar su brazo podía
tocar el techo, llevaba mucho tiempo sin levitar, sabía que tan pronto su
cuerpo volviese a la cama comenzarían las proyecciones de una muerte violenta, solo esperaba que lo que viese no la trastornase, no la obligase a
pasar de nuevo por el psiquiátrico donde le decían que todo estaba en su mente,
sin embargo, sabía que no era así.
Esos sentimientos y esa
impotencia la llevaron a un tratamiento largo y tedioso con un especialista que
cada vez que le hacía revivir ese momento la atormentaba más y más; optando por
dejar la consulta.
A media altura entre la
cama y el techo respiraba agitadamente esperando volver a su postura inicial
porque sabía que llegaría lo terrible y rezaba por continuar en esa posición el
mayor tiempo posible.
La primera vez todo
parecía una pesadilla, tras la levitación su cuerpo se depositó de nuevo sobre
la cama y como una película de esas que se proyectaban contra una pared comenzó
a ver como una persona asesinaba a otra, podía sentir el dolor de la víctima y
la pasión y la euforia del asesino. Tan pronto la proyección finalizó intentó
descubrir quiénes eran aquellas personas, no las reconocía, ¿Cómo podía ayudar
a la víctima? ¿Cómo podría salvar al asesino?, pensaba en los dos pues percibía
lo que ellos sentían, el miedo, terror, pánico al sentir como se escapaba el
último suspiro; la euforia, satisfacción, deleite y exaltación al quitar una
vida.
La segunda vez sucedió en
un bar, donde solo había un cliente y el camarero, asesinó a los dos por unos
cuantos billetes que sacó de la caja registradora, la sensación y la percepción
fue la misma, solo que en este caso ninguna de las dos víctimas tuvo tiempo de
sentir, pensar o tener miedo, si sintió el placer del ladrón cuando apretaba el
gatillo y guardaba aquellos billetes manchados de sangre.
Su cuerpo descendió
lentamente hasta la cama, la proyección comenzó en un callejón oscuro, no había
nadie, reconocía esa zona, estaba segura de que le era familiar, observó una
sombra deslizándose por una ventana de una de las casas, la luz de la farola se
reflejó en aquel enorme cuchillo, era sigiloso, sabía a donde iba y lo que
tenía que hacer, sentía el palpitar de aquel corazón frío que buscaba placer en
la muerte, en el asesinato, en causar dolor, compartía todo lo que su mente
pensaba, experimentaba lo que él sentía, veía lo que él miraba, cada rincón de
aquella casa lo había recorrido mil veces, la puerta que intentaba abrir era la
de su habitación de cuando era niña, y entonces le vio la cara justo en el
momento que asesinaba a su hermana que abrió los ojos y se miraron mientras una
perdía la vida asombrada de quien se la estaba quitando, la otra dejaba de ver
la proyección.
Necesito reaccionar para dejar mi comentario en forma. Mar, no me dejas de sorprender.
ResponderEliminarTan solo el jamón del bueno, y no esa basura plastificada de los grandes almacenes, te puede hacer levitar de semejante manera. Seguro que la hermanas habían sido siamesas.
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarwow me has dejado alucinando con ese final, no me lo esperaba para nada y me ha pillado totalmente por sorpresa
Además, he sufrido pensando en como sentía todo lo que veía
un besazo
Ha sido leer el texto y tener el corazón en la boca de la tensión, será por eso que dicen que no se recomienda que cualquiera practique la levitación o el desdoblamiento.
ResponderEliminarEn cuanto comencé a leer tu artículo, recordé qué un amigo hace muchos años atrás me comentó que podía levitar, en ese momento lo escuche y nunca más le pregunté. La historia que nos cuentas me ha tenido atenta y ansiosa y por supuesto que el final me sorprendió.
ResponderEliminarCada vez que leemos un post tuyo asi la verdad que nos vuelves a sorprender. Tiene mucho sentimiento y reflexiones que cuando acabas dices quiero más. Gracias por compartir
ResponderEliminar¡Enhorabuena! Un relato magnífico. Me ha atrapado desde la primera línea y me ha mantenido en tensión hasta el final. Me encantan este tipo de historias que te sobrecogen y sorprenden. Un abrazo y muchas gracias por compartir
ResponderEliminarUn relato bastante aterrador en el buen sentido. Tienes mucha imaginación. Quedé dudando al fin cual situación era la realidad y cual producto de sus pensamientos. Saluditos...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu relato, me ha mantenido con la tensión hasta el final y has conseguido sorprenderme muchísimo con el final. Conseguiste que me metiera de lleno en la historia desde el primer segundo!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarOstras, no se como te las apañas, pero siempre me dejas con esa tensión y unas ganas de devorar todo el texto para descubrir el final, que como siempre, es sorprendente.
Lo que no he terminado de entender si la proyección era antigua, vamos si ella había asesinado a su hermana en el pasado. Lo digo por lo de "era de su habitación de cuando era niña". He imaginado que así era, pero si estoy confundida ya me dices.
Besotes
Qué mal rollo esto de levitar, que a priori puede parecer interesante, si al final la contrapartida es ver asesinatos y sentir el dolor de las víctimas...Y para rematar el de su hermana, eso ya la gota que colmó el vaso,bss!
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