Respeto
—¿Qué pasa tío?
—Esta noche fiesta ¿te
apuntas?
—¿Fiesta? ¿Dónde?
—A las doce de la noche
“el notas” va a abrir su local para unos cuantos…
—No sé, estamos en toque
de queda, no creo que vaya, mejor dicho, no voy a ir.
—¡Tío! ¿por qué?, va a
estar a tope
—Ya, pero yo tengo a mi
abuela en casa, y si me contagio y luego la contagio a ella, no, decidido paso.
—Qué somos todos
conocidos, yo no he visto a nadie enfermo.
—No te enteras, hay gente
asintomática que puede contagiar, es que no ves las noticias.
—¡Vale!, lo que digas, yo
voy.
—Yo te recomiendo que no
vayas, tienes a tu abuelo muy mayor, piensa en él, amigo.
—Si quieres pasarte, ya
sabes donde es, si no vas a ir no digas nada ¿vale?
—Juan, ¿era tu madre la
que llamó?
—No abu, era un amigo.
—¡Ah!, estoy preocupada
por tu madre, llega del hospital y se encierra en su habitación, llevamos
tantos meses sin poder sentarnos a hablar.
—Lo sé abuela, lo sé.
—¿Entonces quién era
hijo?
—Un amigo abuela, me
invitó a una fiesta, pero le he dicho que no, fiestas va a haber a montones,
pero tú, tú eres única y no quiero perderte.
La anciana miró aquel
joven con todo el cuerpo tatuado, dilataciones en las orejas, aquel aro en
medio del labio inferior y pensó que nunca más se quejaría de su aspecto, de
tanto criticarlo se había olvidado de su interior, de cuanto amor tenía para
dar, de su alma pura, del cariño por los suyos, del respeto que sentía hacía
ella y hacia su madre que luchaba día a día contra ese virus que no se daba
ido. Jamás volvería a decirle que se cortase el pelo, que no se tatuase, porque
mientras estaba pendiente de su exterior se perdía aquella bella persona que
solo desprendía amor.
Estiro su mano arrugada
para colocarla sobre la de su nieto, ambos se miraron, no hicieron falta
palabras, todo estaba dicho, la ternura estaba en el aire convirtiéndose en admiración
del uno por el otro.
Qué bonito!!!
ResponderEliminarMuchas veces se juzga por la apariencia y no se molesta en conocer a la otra persona por el aspecto que tiene, aunque es raro que pase en familias. Ojalá más nietos como este o se nos va a quedar la mascarilla de por vida,bss!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, muy tierno y profundo, para reflexionar. Gracias
ResponderEliminarSomos aquello que hacemos. Lo demás secundario.
ResponderEliminarHay que respetar a todos ❤
ResponderEliminarCierto caras vemos corazones no sabemos. Las mejores personas no son las que visten traje y corbata. Por eso es bueno dejar de juzgar. Excelente reflexión.
ResponderEliminarque bonito! es verdad que a veces a nuestros mayores les disgusta si nuestro aspecto no es como ellos quieren que sea, pero lo importante es saber mirar dentro de las personas!
ResponderEliminarHola wapa! Es un relato muy bonito, escribes muy bien. Y el respeto es una cosa que nunca hay que perder hacia la otra persona.
ResponderEliminarbsss
Hola!
ResponderEliminarme has dejado sin palabras, cuanta gente así de responsable hace falta ahora y de cuántos prejuicios nos tenemos que librar.
Besos!!
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado mil tu relato, porque además de despertarme una ternura inmensa, y mostrar los dos caras de la moneda de estos tiempos (la persona responsable y la que no lo es) me ha gustado la visión de que no debemos juzgar a las personas por su aspecto.
Yo soy de las que lleva tatoos, piercings, aunque confieso que no son muy extravagantes y mi estilo es más bien finito, por llamarlo de algún modo, pero me chirría tanto ver que a las personas se las etiqueta por llevar tinta en la piel, peinados de escándalo, o vestir de un modo extravagante.
Besotes
No me puede haber gustado más tu relato. Cómo me gustaría que de verdad todos los jóvenes tuvieran la conciencia y el respeto de cuidar de los mayores. Aquí he visto morir mucha gente mayor por irresponsabilidades así que sin quererlo este relato me ha llegado más de lo que esperaba.
ResponderEliminarBesotes
Hola guapa
ResponderEliminarOjalá todo el mundo pensara así y tuviera auténtico respeto por la vida!
por otro lado, el mensaje de que no hay que fijarse en las apariencias también me parece muy importante y necesario
Un besazo