La tierra habla
Después de miles de años
cobijando a todo aquel que necesitaba un lugar para vivir, tras épocas
ofreciendo el verde de los bosques, el azul de mar y del cielo, el agua pura de
los ríos, después de ofreceros una luna que camina a vuestro lado controlando las
mareas, dando luz en la noche. Dejando que un sol maravilloso os calentase y os
diese lo necesario, ahora y desde hace un tiempo me siento triste, apaleada,
vejada, abandonada como un trapo viejo por el que nadie siente piedad. Siento
fatiga de esos leves avisos y de llamar la atención a todo aquel que habita en
mi espacio, nadie entiende que soy dueña y señora de todo, que solo estáis de
paso, que no voy a permitir más castigo por parte de unos inquilinos que
consideran que soy de su propiedad.
Todo lo que veis, los que
oléis, lo que tocáis, lo que utilizáis es mío, y a partir de este momento así
os lo haré saber, no permitiré que continuéis destrozando lo que con tanto
cariño os deje poseer. Os di la libertad necesaria para la convivencia y, ¿qué
habéis hecho?, todo lo contrario, habéis usado más de lo necesario, os habéis
aprovechado de mi paciencia, creísteis que no pasaría nada, pero he despertado
y ahora seré la que marque el camino a seguir. Tendréis que adaptaros a las
nuevas normas si queréis salvar lo poco que va quedando de las grandes
maravillas que os deje disfrutar.
Enfadada, muy cabreada con vosotros, los humanos, seres que consideré inteligentes, personas que disponían de movilidad para visitar cualquier rincón de mi casa. Nunca os prohibí pasear, nadar en los mares, chapotear en los ríos, vivir en moles de hormigón, pero no os di permiso para contaminar, talar, quemar, destruir, con estas acciones llego al límite de mi paciencia, a partir de ahora lucharemos por sobrevivir tanto vosotros como yo, el que gane también pierde.
Tienes un blog precioso!!! La presentacion de tu libro, una belleza y esta entrada tan cierta como triste, de todo lo que hacemos con nuestro hábitat, especialistas en destruir cuanto nos rodea y luego simplemente atrevernos a la queja constante, cuando nos vemos limitados en poder disfrutar a pleno de los espacios que creemos propios, pero no para cuidarlos, sino para malgastarlos y ejercer sobre ellos nuestro dominio . Cómo nos cuesta comprender que todo tiene un porqué y un para qué y que cuidar el ambiente es asegurar el futuro de las nuevas generaciones y el nuestro.. Hay tanto por ver y admirar y tanto por agradecer. Te dejo un saludo desde Argentina y fuerte abrazo en la distancia, y Dios quiera se tome conciencia !!
ResponderEliminarInteresante, bueno yo me siento parte de la Tierra, en el fondo todos salimos de los intestinos de Gaia.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarCreo que si la Tierra pudiese hablar, citaría textualmente, las palabras que nos compartes en tu texto.
Aunque de un modo u otro nos está hablando día tras día, pero nosotros, los humanos, los supuestos seres racionales que la habitan, no queremos escucharla, porque no nos interesa.
Cierto es que vivo con la esperanza que esto algún día cambie, y que de una vez por todas nos paremos a escuchar todo lo que nos tiene que decir, porque aunque no nos demos cuenta, el no hacerlo nos está condenando.
Besotes
La verdad es que esto es una gran reflexión, con nuestros actos cotidianos podemos ayudar muchisimo a conservar nuestra tierra sin embargo muchas veces la inconciencia gana la batalla y si no cambiamos pronto lo seguiremos lamentendo.
ResponderEliminarcreo que tienes razón y deberiamos todos reflexionar y escucharla un poco! porque en menos tiempo de que nos pensamos nos la vamos ha acabar cargando, somos unos insensatos de pensar que somos inmortales y que lo dominamos todos, cuando simplemente somos unos simples titeres y con un soplido todo puede cambiar
ResponderEliminarEstamos de tu lado Tierra, nuestro único hogar, tan mancillado.
ResponderEliminar(Una de las satisfacciones más grandes de ser bloguera me la encuentro en momentos como este, de verdadera unión a través de las narraciones).
Hola
ResponderEliminarEs que creo realmente que si la tierra pudiera hablar nos diría eso y mucho más. No la merecemos y me parte el alma ver lo poco que se cuida y se tiene en cuenta. Es nuestro hogar y nos ofrece demasiadas cosas buenas para no estar a su nivel.
Besotes
Como siempre, un final excelente... el que gane también pierde...
ResponderEliminarAunque la tierra no creo que pierda nunca porque apenas somos unos minúsculos bichitos con una vida tan efímera como la de un mosquito dentro de la infinitud de los tiempos. La gran dama seguirá aquí mucho después de que nos hayamos extinguido. Nosotros no le damos nada, no nos necesita, en cuanto le hacemos un poco de cosquillas, ella nos pone en su sitio... a pesar de tu poético final, creo que la partida ya la tiene ganada... siempre la tuvo.
Se me ocurren tantas cosas para que sean esa voz. La verdad es que me gusta cómo has sabido ir aumentando la indignación en el texto. Gracias por compartirlo con nostros.
ResponderEliminarUn besote!! ^,^!!
ELEB
Ojalá hubiera una reacción inmediata por cada mala acción humana, solo así algunos sería capaces de cambiar el chip. Porque la tierra tarda tantos años en quejarse que al final será demasiado tarde,bss!
ResponderEliminarTan cierto y tan hermoso este texto!
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