Gotas en el aire
Llevaba más de medio
siglo existiendo, solo cuando la cordura se interpuso descubrió que no había
vivido, que ya no tenía otro medio siglo para hacer todo aquello que tendría
que haber realizado y disfrutado. Desde muy joven todo era una rutina, un pasar
por la vida contando los días que quedaban para el fin de semana, para que le
ingresasen la nómina, para que llegase el verano y con él las vacaciones, de
las cuales se limitaba a descansar sin hacer todo aquello que durante todo el
invierno llevaba planeando. Ahora, era cuando comprendía que cada día era único
y un regalo, y así como los regalos había que abrirlo siempre con esa ilusión
de saber que te encontrarías dentro.
Mirando todo lo que tenía
se daba cuenta de que la mayor parte de las cosas no servían para nada, no le
producían ninguna satisfacción, cosas materiales compradas sin ilusión, objetos
a los que no tenía apego y con los que hubiera podido vivir tranquilamente.
El día de su cumpleaños notaba
como los años pasaban, el resto de los días eran todos iguales, no tenía nada
que destacar, nada que valorar, nada que apreciar, más de medio siglo
simplemente respirando.
A punto de llegar la
jubilación se planteó hacer todo aquello que deseaba y con lo que tantas veces
había dejado volar su imaginación, si sus dolores intermitentes se lo permitían
viviría una vida y dejaría su huella, aunque fuese poco profunda.
Esa noche estuvo
preparando viajes a todos aquellos países de los que siempre tuvo la ilusión de
conocer, se empapó de la cultura de cada uno de ellos, de los platos típicos,
los monumentos, las calles, todo aquello que creía necesario ver en una ciudad
y poder conocer su historia.
Pondría a la venta todo
lo que no necesitase y volaría por la tierra empapándose de cultura,
conocimiento, sabiduría. Cuando hubiese recorrido todos aquellos lugares de su
interés, se aventuraría en la pintura, era la pasión que tenía desde pequeña y
la había ido dejando año tras año. Visitaría todos los teatros posibles viendo
esas obras que tanto le fascinaban, iría a bailar pues llevaba años sin
hacerlo, se uniría a esos grandes conciertos de esa música apasionante que la
hacía evadirse de todos sus males.
Cerró la libreta donde
todo quedara anotado, sus manos estaban húmedas y unas pequeñas gotas caían
sobre el papel, tenía sueño, miraba lo escrito y solo veía manchas, quiso
levantarse y no pudo, apoyó su cabeza en aquella libreta como queriendo que lo
escrito se quedase en su memoria y se durmió para siempre.
Qué corta es la vida y qué larga se nos hace a veces. No me gustaría que me pasase eso. No quiero tener que apuntar en una libreta lo que no he hecho y quiero hacer y, que finalmente, no me de tiempo. Gran microrrelato, como siempre.
ResponderEliminarCuanto dejamos en el camino, sueños, recuerdos, experiencias, yo también he querido hacer una lista de todo loq uenquiero lograr antes de respirar pero me estreso por que nunca cubrirmos las necesidades, no todos los sueños se cumplen y mucho menos somos dueños de nuestro futuro, somos el presente y lo que se haga en este momento que sea nuestro mejor recuerdo y sueño cumplido. Sin duda este texto nos mueve emociones.
ResponderEliminarSaludos 🙋🏻
Hola!
ResponderEliminarUna pena dejar tantas cosas pendientes esperando encontrar el mejor momento para hacerlas. El mejor momento es ahora porque no sabemos cuándo nos vamos a "dormir para siempre"
Bello y triste relato que nos invita a reflexionar sobre lo que postergamos y sobre ponernos manos a la obra ¡ya!
Besos!
Cuando la casque tan solo lamentaré la de libros que me quedan por leer.
ResponderEliminar¡Hola! Cada día lo tengo más claro, se nos va la vida en la urgencia de las cosas urgentes pero no importantes. Anhelamos el pasado y nos proyectamos al futuro pero no vivimos el presente. Una historia triste la que nos narras, pero tan real como la vida misma. Un abrazo
ResponderEliminarUn relato que hace reflexionar en lo superfluo que nos volvemos a veces. La vida es tan corta que no hay tiempo para no hacer lo que realmente deseamos. Todo va quedando en una larga e interminable lista de espera y cuando nos queremos dar cuenta, tenemos el final. Para reflexionar y aplicar a la propia existencia.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSin duda, para mí, este relato es uno de los que contiene uno de los mensajes más importantes.
No nos damos cuenta de que la vida es demasiado efímera. Creemos muchas veces que somos eternos, y al final la eternidad es una simple palabra vacía de sentido, porque sin duda nada lo es.
Así que aprovechemos el hoy, y no esperemos a ese mañana tan lejano para hacer las cosas, no escribamos libretas de tareas pendientes, ¡hagámoslo!, ¡vivamos!
Besotes.
Así somos las personas, dejamos las cosas para cuando tengamos dinero o tengamos tiempo y al final cuando tenemos dinero no tenemos tiempo y lo único que se nos pasa es la vida.
ResponderEliminarSe nos va la vida muy rápido con tantas cosas para hacer, deberiamos reflexionar y disfrutar lo qeu podamos, sin dejar cosas a medias, a menos no demasiadas, porque tenemos esa costumbre, aparcar las cosas para un mejor momento, cuando el mejor momento es ahora, porque después ya no hay tiempo. me ha encantado leerte, es para reflexionar.
ResponderEliminarNos empeñamos en dejar las cosas para despues y debemos reflexionar si el tiempo nos permite aparcar los momentos, porque debemos disfrutar del momento y no pensar en que la vida tiene un fin
ResponderEliminarEs duro pensar que nos perdemos momentos únicos esperando a que algo suceda sin valorar si merece la espera
Es asombroso wow
ResponderEliminarUn relato muy bonito y triste. Deberíamos apreciar más la vida..
ResponderEliminarHermoso relato Mar
ResponderEliminarMejor ir haciendo realidad esos planes aunque sea de a poco, aunque sea en medio de la tormenta que muchas veces es la vida, para no sentir ese remordimiento con el pasar de los años. Me dio pena el final.
ResponderEliminarPor una vez, no me ha sorprendido el final, lo estaba viendo venir por el cariz del relato. Mucha gente actúa así, y hay que procurar todos los años hacer esas cosas excepcionales que hacen que la rutina merezca la pena, bss!
ResponderEliminarMadre mía! a la larga nos damos cuenta que el tiempo pasa sin más y muchas veces por frivolidades dejamos de vivir aquello que nos hubiera hecho felices, me ha dejado pensando y me ha fascinado como me has conectado a diversas emociones.
ResponderEliminarConmovedor y tristeza. Esa es la naturaleza de un buen relato y que sus palabras quedan impresas en ti, que te haga sentir lo mismo que la protagonista de la historia. Triste por toda esa vida que creemos que es muy larga pero, en realidad, es muy efímera y que es posible que nunca estemos a tiempo de realizar lo que realmente estamos deseando.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu forma de escribir ^^
Tus textos siempre me hacen reflexionar. Es una metáfora de la vida y saco conclusiones personales.
ResponderEliminarUn abrazo
Holaa
ResponderEliminarMe quedo helada con algunos de tus relatos. Qué triste final. Lo que me gusta de ellos es lo mucho que te hacen reflexionar y ver la vida de otra forma. Gracias