Los deseos
Durante generaciones solo
un miembro de la familia podía heredar el poder de pedir cuatro deseos, tres a
lo largo de su vida, no importaba cuáles fueran, aquello que desease se le
concedía de inmediato, y unos momentos antes de morir se le concedía el cuarto
deseo: dejar en herencia ese poder a alguien de su familia.
Camila, era la poseedora
de ese don, un poder que había destrozado a muchos de sus familiares por
avaros, inconscientes, imprudentes e irresponsables, pedían cosas que realmente
no necesitaban, utilizando su don sin reflexionar sin guardarlos para momentos
decisivos.
Camila conservó sus
deseos para algo importante, el primer lo tuvo que usar con su madre, salvarla
de una grave enfermedad. El segundo, cuando perdió su trabajo y ella y su
familia no podían subsistir, lo perderían todo, deseó un buen trabajo para ella
y para su marido, para así poder vivir cómodamente con sus dos hijos.
El tercer deseo fue lo
más duro que tuvo que decidir, un grave accidente del autobús escolar en el que
perdieran la vida varios estudiantes y sus dos hijos estaban entre la vida y la
muerte. Solo podía salvar a uno, su corazón no le permitía decidir, su dolor
era tan grande que quería desaparecer, los quería por igual, la decisión que
tenía que tomar era demasiado cruel.
Sentada en la sala de
espera, abrazada a su marido, pensaba en una solución, quería salvarlos a los
dos, eran sus niños, su vida, ningún padre tendría que pasar por un dolor tan
insoportable.
Se levantó mirando a su
marido, lo besó, ambos lloraron, él por sus hijos y ella por la determinación
tomada. En el cuarto de baño, se cortó las venas, momentos antes de morir,
tenía que traspasar su poder a alguien de su familia.
Salvó a su hijo con su tercer
deseo y le pasó el poder a su hija, la cual uso su primer deseo salvando a su
hermano.
Mientras Camila daba su
último suspiro en el aseo, sus hijos volvían a la vida, sin saber que ya nada
sería igual.
Excelente contenido, mucho éxito...
ResponderEliminarUn gran poder, conlleva una gran responsabilidad. Y si eso lo dijo el tío de Spiderman, debe ser verdad.
ResponderEliminarUna madre es capaz de dar la vida por sus hijos, sin duda fue una decisión muy difícil, ojalá que su hija haga buen uso de su poder.
ResponderEliminarGran relato, y hablando de poderes, que bueno poder disfrutarlo.
ResponderEliminarHalaaaaaa, me ha encantado! Me ha dejado en suspenso hasta el final, y con dos deseos aún estaba claro que haría lo que haríamos cualquier madre en su lugar! Felicidades de nuevo!
ResponderEliminarSiguen habiendo cosas sin explicación. La ciencia ha podido explicar muchas y sigue avanzado. Cuestión de tiempo.
ResponderEliminarQue gran reflexión nos deja este relato, tristeza y valentía, gracias por compartir :)
ResponderEliminarSin duda un texto que hace reflexionar, una decisión muy dura, pero el amor de una madre lo puede todo y es capaz de lo que sea por salvar a sus hijos.
ResponderEliminarme has fascinado con tus letras abrazos desde el silencio
ResponderEliminarWuauuu la valentia de una madre que hace todo por sus hijos! Muy buena historia , te felicito!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarYa conocía este cuento, es interesante la verdad. Madre no hay más que una no? Y como dice un compañero/a más arriba "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" ;) Saludos.
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, por lo particular y porque he podido vislumbrar el final porque es lo que se me hubiera ocurrido a mí. Me gusta porque eres muy directa en tu prosa. Gracias por compartirla.
Un besote!! ^,^!!!
ELEB
Hola guapa, madre mia que final! debo decir que me ha impactado, era una decision complicada como madre y prefirio sacrificarse antes de elegir a uno u otra, uff, he pensado en ello y que valor hace falta, impactante! por cierto que me ha parecido muy original eso de tener los 4 deseos e ir pasandolos a otros miembros de la familia! besos
ResponderEliminarHola. Que conmovedor relato. Cuanto amor hay en esa madre. Me he quedado sin palabra y con el corazón encogido. Me encanta como nos sorprende con cada relato. Besos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSiempre había pensado que poder tener el don de poder pedir deseos debería ser algo fascinante, y ojo, que sigo pensándolo, pero poniéndome en la tesitura de esa madre... ¡puf! No sé si sería más una carga que otra cosa. Y como no, por otro lado con el relato nos muestras que el poder del amor de una madre a sus hijos es inmenso.
Eso me ha hecho pensar en que tener la madre que tengo, es mi mayor dicha y mi mayor deseo hecho realidad.
Así que gracias por ofrecernos un relato como siempre, fascinante, y despertar en mí esa reflexión.
Besotes
Me gustaron muchísimo tus relatos. Me engancharon desde un comienzo, te quedas en mis lecturas recurrentes desde ahora
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