El espejo
Durante años pasaba todos
los días por delante de aquella tienda de antigüedades, nunca pensó en entrar
hasta esa mañana que desde la puerta vio en la exposición el gran espejo con
marco de madera. El anticuario le explicó que tenía justo doscientos años, todo
era artesanal, que llevaba con su familia todo ese tiempo sin poder venderlo,
los clientes le decían que era un espejo raro, al mirarse se veían distintos.
En esa tienda fue la
primera vez que se puso frente al espejo, lo que vio, le gustó, se veía hermosa,
nunca se había visto así en ningún otro reflejo. El hombre quería deshacerse
rápidamente del trasto, y se lo dejo a buen precio.
El día que lo recibió en
casa, parecía que un aire limpio y nuevo iluminaban aquellos sesenta metros
cuadrados. Mientras se contemplaba pensaba que ojalá pudiese escuchar sus penas, ayudarla
a ser más extrovertida, alegre, libre de complejos absurdos marcados por una sociedad demasiado hipócrita.
Parada delante de su gran
adquisición notó algo de inquietud, casi podía ver su interior, apreciaba el
nerviosismo por la llegada de los primeros cambios. Era su primer día en una
nueva empresa, y a pesar de los años que llevaba trabajando el tener que
cambiar su rutina la trastocaba sin poder evitarlo.
Una semana conviviendo
con aquella maravilla que la había convertido en otra persona, cada vez que se
miraba algo nuevo resaltaba en su exterior y algo cambiaba en su interior.
Aquel espejo parecía
saber a la perfección como quería ser, que deseaba y que buscaba, todo ello lo
experimentaba con una transformación que le estaban gustando.
De ser apática, introvertida, poco agraciada, pasó a ser todo lo contrario, se arreglaba, miraba a las personas directamente sin complejos, daba su opinión sin importarle si sería del agrado del que escuchaba, tenía mucho que decir y mucho que escuchar.
Se prometió no volver a mostrarse insegura ante nadie, se daría a
valer y se permitiría sentir todas las cosas buenas que la vida le podía
ofrecer. No se ocultaría tras una fachada indecisa, afrontaría todo aquello que
le llegase con valentía.
Todo ese proceso provocó
la felicidad de vivir, de compartir, de soñar, de contemplar la vida con otros
ojos. Mantuvo una actitud positiva que le hizo recapacitar en todo lo que podía lograr, simplemente con un cambio en su actitud, siempre manteniendo esa esencia que la hacía única.
El ser ella misma sin
importarle los que otros pensasen, disfrutar de su tiempo lo mejor posible,
realizarse como persona sin perder el tiempo en intentar descubrir lo que otros
pensaban de ella.
Uno solo tenía que mirarse al espejo para apreciar su belleza interior y exterior, era un objeto objetivo, mostraba a la persona y si te fijabas un poco incluso día tras día se podían apreciar los cambios.
Estaba
convencida de que su existencia había mejorado desde que se miraba con sus
propios ojos.
¿Dónde se compra ese espejo? jejej es un reflejo total de lo que deberíamos sentir por nosotros mismos. Ver la parte buena que tenemos y no ensañarse tanto en las malas. Hay que querer ser mejor, vale pero las virtudes hay que saber apreciarlas también. Qué bonito es tener un espejo que te lo muestre tan claramente. Besotes
ResponderEliminarUna interesante publicación, muchas veces se tiende a creer que la solución a los problemas esta en lo que puede captar otro y la verdadera respuesta esta en verlo por uno mismo. Es una gran moraleja que puede adaptarse a muchos campos. Te invito a que pases por el blog donde colaboro hablando de distintos expresiones artisticas audiovisuales como cine, series, musica, entre otros: https://ticketdorado.blogspot.com/
ResponderEliminarVaya, parece un espejo mágico, o será que al ser amplio y permitirse verse de cuerpo entero la sensación es diferente. ¿Era de cuerpo entero? Así me lo he imaginado yo jajajaja buen relato!
ResponderEliminarHola. Me ha gustado el relato, para mí lleva un mensaje bien claro: confía en ti misma. La persona del relato tuvo la suerte de encontrar el espejo y darse cuenta de su valía, pero debería ser más fácil. Creer en uno. Estupendo relato, como siempre. No sé porqué, espera un final diabólico, jiji.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminar¿de verdad se vende una maravilla así? yo me compraba uno sin pensarlo. A veces estamos demasiado atados a lo que opinan los demás y no debería importarnos tanto, solo lo que pensamos nosotros.
Besos!!
Me ha encantado leerte, sin duda, es algo que deberiamos sentir siempre, el mensaje es claro, confia en ti y darte cuenta de lo que realmente vales, mientras te leía, no te voy a engañar, pensaba un final distinto, más malvado, pero me ha encantado. Hay que ser positivo y no dejar influenciarnos por lo que piensen el resto de personas.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMuchas veces solo nos falta un poco de motivación, un click, para poder hallar nuestra mejor versión o hacer lo posible para estar bien con nosotros mismos, que de eso va la vida creo.
Así pues, poder ver en ese espejo todo aquello que nos gustaría tener o ser, creo que es una gran motivación. Porque muchas veces no sabemos verlo cuando ya lo tenemos.
Besotes
Hola! Un espejo que da confianza en ti misma! Qué estupendo! Pero realmente todo lo que se ve en ese espejo ya está dentro de nosotros. Creo que sólo hay que saber mirar.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarEs que a veces necesitamos mirarnos al espejo y contemplar nuestra belleza desprendiendonos de los complejos para poder seguir viviendo feliz y dejar de escuchar lo que opinen los demás que poco o nada importa. Ser nosotros mismos y buscar la felicidad en lo que hacemos, lo que nos gusta y quienes nos rodean.
Un beso.
Dije que volvería y aquí estoy. Qué gran espejo! Hora de reflexión.
ResponderEliminarHola preciosa, que importante es sentirnos bien con nosotros mismos y dejar a un lado las opiniones externas, de personas que al final ni nos conocen. Hay que mimarse un poco más y resaltar todos nuestros valores,. Un saludo
ResponderEliminarHola, la verdad que muchas veces deseamos eso cuando compramos algo nuevo para nuestra casa, que lo tienen de un aire fresco pero sin duda lo más importante y lo primordial es aprender a aceptarse como es cada persona, y vivir en paz consigo misma, la aceptación es el primer paso de la felicidad de un alma tranquila
ResponderEliminarAcostumbrada a tus finales dramáticos me esperaba que el espejo tuviera una maldición pero este es mejor que el la madrastra de Blancanieves. Parece que era el cambio que necesitaba para cambiar el chip y quererse más y disfrutar de la vida,bss!
ResponderEliminarEs lo que debería hacer más de uno y más de una: mirarse en el espejo antes de abrir la boca.
ResponderEliminarHermoso relato, me hizo recordar el lago de un cuento que hice recientemente, que refleja tu esencia, inspirada en una frase que justamente habla de mirarse al espejo....Es importante, que nunca perdamos nuestra esencia, y por supuesto no se permita que otros te pisen. Es el mensaje de tu relato.
ResponderEliminarEs curioso, los espejos en la literatura se nos antojan como artículos mágicos, puertas a otros mundos o realidades. Objetos que tienen la facultad de reflejar algo diferente de nosotros En mi blog, tengo colgdos al menos dos relatos con el tema. Me ha gustado mucho tu relato y lo he disfrutado. Saludos.
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