Yo, o el fútbol
—Cariño, ¿Cuánto tiempo
hace que nos conocemos?
—Pues…¿10 años?
—¿Es una pregunta?
—Si…. Pero por ahí hará,
unos 10 años.
—¿Te acuerdas del primer
beso?
—Si… Fue en aquella
discoteca, no me acuerdo el nombre, estábamos bailando y te besé.
—Te acuerdas cuál fue el
primer regalo que me hiciste.
—Un ramo de flores.
—¿Y cuál fue el primer
regalo que yo te hice?
—Una billetera.
—¿Qué día fue el de
nuestra primera noche juntos?
—No me acuerdo del día,
sé que fue aquel verano que fuimos por primera vez juntos a la playa. ¿A qué
vienen todas estas preguntas? ¿No podemos quedarnos en silencio un rato?
—¿Pues no?, me gusta
descubrir de todo lo que te acuerdas, es una forma de saber cuánto piensas en
mí.
—No sé qué importancia
puede tener acordarse de fechas, regalos, besos, estamos juntos, eso es lo que
cuenta.
—Claro, que sencillo,
pero si estamos juntos es porque antes hubo una serie de circunstancias y
detalles que nos hizo llegar hasta aquí.
—Vale cariño, lo que tú
digas. Pero ahora me gustaría seguir viendo el partido.
—Pues mira el partido,
eso es más importante, adelante, seguro que te van a dar lo que quieras por la
noche, porque yo no pienso hacerte caso.
—¡Cariño, por dios!, que
acaba de empezar, mira, ya me he perdido un penalti.
—Tranquilo, lo repetirán
mil veces.
—Pero no es lo mismo.
—Está bien, quédate con
tu partido de fútbol, pero te diré que hace once años que nos conocemos, el
primer beso nos lo dimos en el cine. Tu primer regalo fue una poesía que
sacaste de un libro que te había gustado mucho, lo primero que yo te regalé fue
un bolígrafo grabado con la fecha que nos conocimos. La primera vez que nos
acostamos juntos fue un fin de semana que alquilamos aquella cabaña junto al
lago. Te das cuenta, nunca piensas en mí, no te acuerdas de lo importante.
—A la mierda con el
fútbol, es imposible, puede ser que no me acuerde de fechas ni de momentos,
pero te quiero, estoy aquí siempre, nos llevamos bien, que no soy como tú de
recordar las fechas, ¿vale?, no puedes acusarme de no quererte.
—Yo no te acuso de eso,
pero me gusta saber qué piensas en mí.
—Jo…der…
—¡Ah! ¿Te parece mal?,
bien…continúa con tu fútbol, por lo visto es más valioso que yo.
—¡Dios mío!, ¡qué
paciencia!
—¡Tranquilo!, me voy de
compras con mis amigas, llegaré tarde.
—¡Bien!, por lo menos
podré ver un partido completo.
Ella salió de la sala,
desde la cocina llamó a sus amigas.
—Hecho, nos vemos en
quince minutos, nos podemos tomar todo el tiempo que queramos, le he convencido
de que si me quedo le estorbo. ¡Hasta ahora chicas!
Él, tan pronto escuchó
arrancar el coche, llamó por teléfono
—Chicos, ¿cerveza y
fútbol?, Ana va a estar todo el día fuera. No tardéis.
¡Hola!
ResponderEliminarJajajajaajaja ¡madre mía vaya par!
Admito que de primeras la chica me ha resultado un poco dramática. No sé, me gusta que mi pareja se acuerde de las cosas, mentiría si dijese lo contrario, pero al final qué más dan lo primero de todo, si lo que importa es lo mucho de ello, ¿no?
Pero vamos, me has despistado por completo, porque temía que la conversación terminaría de un modo totalmente diferente, vamos, el apocalíptics como mínimo. Jajajaa
Sin duda un relato que te atrapa y como no, sorprende por su final.
Besotes
jajajajaja pues que quieres que te diga, lo que me parece triste es tener que inventarse todo eso para irse o para invitar a los colegas, yo soy mas de no quiero hacer esto o ver esto, me voy y tu puedes hacer lo que quieras, pero a buenas! besos
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarMe ha parecido un relato divertido sobretodo por como ha cambiado la cosa al final. Pero ahora que lo pienso, que triste tener que ir manipulando las cosas así con tu pareja para hacer lo que uno quiere
Deberíamos aspirar a sinceridad y equilibrio, no a juegos infantiles, y por desgracia muchas parejas son como las del relato de hoy
Un besazo
Pues parece que los dos se acordaban perfectamente de esos momentos, aunque ella le dio la vuelta a todo. Me parece que la has hecho un poco manipuladora, qué más da si no pasaban la tarde juntos, cada uno necesita momentos para uno mismo, no hay que enfadar al otro, bss!
ResponderEliminarHola. Pues me has hecho reír. Cada cual va a su cosas. Pero me ha dado pena, la poca confianza que se tienen, y buscan la manera de el otro quede mal para salirse con la suya. Estupendo relato para hacernos pensar. Besos.
ResponderEliminarTus historias siempre me dejan con un buen sabor de boca, por el como se desaroollan y por sus finales que siempre te dejan con la imaginación a tope tratando de averiguar cómo continuará la historia
ResponderEliminarLos amantes de este deporte disfrutan viendo los partidos de sus equipos preferidos. No hay mejor plan que disfrutar de un partido de futbol acompañado de tus amigos bebiendo unas cervezas. Puedes pedirlas a domicilio y mientras ves el partido realizar una cata de diferentes tipos de cerveza.
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