Regreso al hogar
Durante tres meses se
sentaba en aquel banco frente aquella cafetería, a través del cristal, podía
verlo, moverse entre las mesas, sirviendo café, podía distinguir sus ojos
amables, atento con sus clientes, pero ella notaba aquella tristeza oculta.
Aquel hombre era su
padre, estaba segura, recordaba sus movimientos, sus facciones, su mirada, la forma
de caminar.
Le daba miedo acercarse,
creía, que, si estaba equivocada, toda aquella alegría que le había dado
encontrarlo, se esfumaría, aún no estaba preparada.
Todos los días a la misma
hora se sentaba frente al bar, para mirarlo, cuanto más lo observaba, más le
quería, le había echado de menos durante años, se acordaba de su risa, de sus
caricias, del tacto de su mano cuando la acariciaba.
Se acordaba de estar
jugando frente al espejo, y entrar su padre a abrazarla, aquel reflejo en el
espejo, se le había quedado grabado, ella, con otro peinado, jugando consigo
misma.
Era como si una parte de
su ser se hubiese quedado atrás, sentía un vacío, percibía que echaba de menos
a su yo de aquel espejo.
Un día espero hasta qué
cerro el bar, le siguió por la calle, no tenía dudas, era su padre, no podía
olvidar su forma de caminar, su forma de pararse para ver un escaparate, su
forma de saludar cuando se cruzaba con un conocido.
Después de cuarenta y
cinco minutos caminando, llegaron a una urbanización, las casas eran todas
parecidas, con su jardín y su valla delimitando las propiedades, varios
recuerdos afloraron a su mente, había estado en esa casa.
Él, llegó a la casa y una
mujer salió a recibirle, pensó que sería su nueva mujer, que por ella la había
abandonado, o eso era lo que le había contado su madre.
Se quedó de pie, junto a
la valla, mirando la casa, no sabía cuánto tiempo llevaba, hasta que la puerta
se abrió y su corazón se paralizó, ella misma estaba saliendo por aquella
puerta, era su cara, su cuerpo.
La joven que salía de
casa, se disponía a coger su coche, cuando miró hacia la valla, la vio allí de
pie, sus ojos se llenaron de lágrimas, grito con todas sus fuerzas.
—Sara, Sara, ¡Dios mío!
¿Eres tú? Papá, papá, Sara ha vuelto.
La joven, seguía gritando,
corrió hacía aquella mujer paralizada y se abrazó a ella, eran iguales,
exactamente iguales, el hombre salió de casa, la vio, corrió hacía su hija,
incrédulo, mirándola, tocándola para saber que era verdad, que estaba allí, que
era ella, sana y salva.
Al escuchar el nombre de
Sara, multitud de recuerdos inundaron su mente, la niña que creía ver en el
espejo, era su hermana, y él, ya no tenía dudas, era su padre.
Sara, había sido raptada
por una mujer cuando tenía 5 años, se la habían llevado del parque donde jugaba
con su hermana, nunca habían sabido nada, durante años la habían buscado, no
les habían dado ni una sola pista.
La que durante años
consideraba que era su madre, no lo era, su madre había muerto al nacer las
gemelas, y su padre se había encargado de ellas con todo el amor y la
dedicación que su tiempo le permitía.
Sara volvió a casa, a su
lugar, a su hogar, los recuerdos de una niña pequeña, le había llevado a
encontrar a aquel hombre que había dejado huella en su infancia y a través de él,
a aquella niña del espejo que era su hermana, una mitad de su ser, de sus
sentimientos, de su vida.
¡Hola! De verdad que es muy bueno como escribes y uno se puede transportar en esos momentos, me parece ligera como escribes algo de nostalgia siento, creo que es lo bueno de saber escribir y trasmitir todo eso hace que sea aún más la experiencia de leerte. ¡Gracias está excelente! 💋❤️
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarAy que bonito ver un final feliz!! Me ha encantado descubrir cual era el misterio detrás del espejo
La familia es algo fundamental en la vida de todos, representa un amor del todo irremplazable
Un besazo
¡Hola!
ResponderEliminarUna historia fenomenal y no tanto por el final, que me ha encantado, sino porque has mantenido estupendamente la tensión narrativa =) Enhorabuna y gracias por compartirlo con nosotros
Un besote!! ^,^!!
ELEB
Hola!
ResponderEliminarDe verdad que fue un giro completamente inesperado en la historia, me gustó mucho el final feliz, las hermanas reunidas con su padre que vuelven a ser una familia. Esta muy genial el relato!
¡Hola!
ResponderEliminarSin duda, empezar a leer tus relatos, siempre me supone un enganche des del minuto uno.
En serio, sabes como crear esa atmósfera adictiva que te atrapa y que te hace sentir esa sensación de querer más y más.
En esta ocasión, admito que no me esperaba para nada el final, porque últimamente me has acostumbrado a finales más abiertos jejeje.
Como siempre, un placer leerte.
Besotes
Hola! Me ha gustado mucho lo que has escrito. No sé como lo haces pero me enganchas desde las primeras líneas. Tengo que reconocer que no me esperaba para nada ese final, últimamente los finales que leo son tristes o raros. Encantada de leer tu relato. Un beso
ResponderEliminarHolaa
ResponderEliminarEstás que te sales. Me has mantenido en vilo todo el relato y el final... qué decir, me ha encantado! Te felicito porque conseguir esto en pocas líneas es todo un éxito. A seguir así ;)
Besotes
Esta historia que nos compartes hoy me recuerda a alguna serie de tv, aunque son pocas las veces que los secuestrados "despiertan" y tratan de buscar la verdad y recuperar su vida. Lo que da respeto es que seguramente alguno se base en hecho reales, bss!
ResponderEliminarHola guapa!!
ResponderEliminarTu blog me esta gustando un monton. El ultimo relato que lei me encantó y este tambien... He estado enganchada hasta el final . Me has mantenido muy intrigada. Ese final tan bonito que realmente es lo que a mi me gusta leer me ha llenado el corazon de amor. me he podido poner en la situacion y empatizar. BSS
Una historia de esas que, en la práctica, existen. No es tan descabellada o impensable. Una historia bonita, dramatizada perfectamente y con un cierre magnífico.
ResponderEliminarAl final realmente inesperado me imaginaba cualquier otro final pero no ese.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Siempre consigues sorprenderme.
No hay nada más reconfortante y tranquilo que llegar a casa. Esta relajación se consigue porque llegas a un espacio en que lo tienes todo controlado, tanto el orden como el desorden. También, todo está a tu gusto y tanto los espacios como los muebles respetan tu estilo de vida. Y si no es así, cámbialo cuanto antes
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