Corazón Noble

Corazón noble

Durante seis meses estuvo esperando por un corazón, en el último momento, un joven perdía la vida y era compatible, el trasplante fue rápido, le habían asegurado que cuidándose podría vivir muchos años, la suerte estaba de su lado, aquel corazón estaba sano y listo para seguir viviendo.

Él, era una persona agradecida con la vida, antes de ponerse enfermo, ayudaba a los demás, su profesión de médico, se lo permitía y nunca dudaba en echar una mano, allá donde más lo necesitasen.

Después de un año con aquel nuevo corazón, se sentía vital, joven, con fuerza. En uno de sus viajes, parecía que algo iba mal, cada vez que pasaba por una calle, su corazón latía con más fuerza y cada vez que se cruzaba con una mujer, parecía que se le iba a salir del pecho.

Temeroso de que algo fuese mal, solicitó una cita para un reconocimiento, todo estaba perfecto, no tenía que preocuparse de nada.

Tras averiguar algo sobre su donante, supo que había vivido en esa calle y que esa mujer era su madre.

Averiguó que ese hombre, tenía a sus espaldas una muerte, poseía un historial delictivo sin fin, llegando al punto de ser repudiado por su familia, toda su vida había sido una mala persona.

Miraba a aquella madre y sentía lástima, presentía que le debía algo, pues él estaba vivo, gracias a su hijo. Decidió escribirle una carta.

              Mi querida señora, no voy a darle mi nombre, porque no sería lo adecuado en este caso, le quiero decir que llevó el corazón de su hijo, he sabido, que usted ha sufrido mucho a causa de las malas decisiones y de los actos que su hijo realizó en vida.

No obstante, tenía la necesidad de escribir esta carta, sé que sufre porque le quería, y puedo decirle que él también la quería, antes de saber nada de usted, cada vez que la veía, mi corazón saltaba y cada vez que pasaba por su calle latía con más fuerza que nunca. Por eso mi querida señora, haciendo caso de lo que este corazón me dice, quiero que sepa que finalmente tiene que estar orgullosa de su hijo, al final hizo una buena acción, donó todos sus órganos, salvando varias vidas, tomó esa decisión, seguramente pensando en usted, quería demostrarle que había empezado mal su vida y quería terminarla haciendo el bien.

Con todo esto le pido que perdone a su hijo, necesita su perdón, sabe que usted ha sido una buena madre, a pesar de ello, él, no ha sabido ser un buen hijo. Por usted, ha conseguido que otras personas buenas, puedan vivir. Y de mi parte, agradecerle a su hijo el poder tener otra oportunidad, siéntase orgullosa, al final, las personas que pierden el camino, solo lo vuelven a encontrar gracias al amor recibido.  De mi parte y de este corazón que usted consiguió que naciese, le doy las gracias y le estaré agradecido toda la vida.