Adán y Eva
El campo estaba hermoso,
era primavera, las ramas de los manzanos doblaban bajo el peso de la fruta.
Adán, paseaba por aquel manzanar, se sentó a la sombra del frutal más frondoso,
desde allí, la vería pasar. Todos los días Eva, iba al río a bañarse, pasaba
por delante del manzano mirando disimuladamente a aquel hombre que la seguía
con la mirada.
Adán, pensaba que era una
mujer fascinante; a pesar de no tener con quien compararla; su figura esbelta
se pavoneaba delante de él, lo miraba de reojo, le dedicaba una leve sonrisa.
Adán, también le sonreía,
sin que ninguno de los dos se atreviese a decirse nada.
Eva, creía que el hombre
era atractivo, tenía buen cuerpo, una sonrisa encantadora, le parecía absurdo
el no hablarse, pues no había visto que hubiese nadie más en la zona. Se dijo
que, al día siguiente, le diría algo.
Adán, mientras miraba
como ella se alejaba camino del río, decidió tomar la iniciativa y seguirla.
Ella se dio cuenta, camino con más garbo que nunca, le miro dedicándole una
sonrisa picarona.
Él, se sintió alagado,
algo había conseguido, ella le había allanado el camino para el primer
contacto. Adán se acercó y le regaló una manzana. Eva la cogió en la mano,
mientras la comía, se miraban a los ojos, ambos descubrieron que no hacía falta
que hubiese nadie más, a ella le gustaba él y a él le gustaba ella, se metieron
al río a bañarse y se besaron apasionadamente.
Así comenzó una historia
de amor entre dos personas que habían llegado a aquel manzanar sin saber cómo
ni para qué. Habían decidido que, ya que estaban allí, y se gustaban, estarían
juntos, comenzarían su propia historia para que fuese recordada por todo aquel
que llegase detrás.
Sabían, que esa historia
se contaría de distinta forma, unos echarían la culpa a Adán, y otros a Eva,
ellos estaban convencidos de que no habían tenido la culpa de nada. Allí
estaban, se habían enamorado y, si ese había sido el motivo de su encuentro,
les gritarían a las generaciones siguientes que ellos habían logrado que
existiese el amor.
Hola. Es verdad que está historia se narra de diferente formas. Me gusta cómo lo interpretas. Dos personas enamoradas que inician una vida juntos sin saber qué le depara el futuro. Un saludo.
ResponderEliminarHola! no tenia ni idea que el relato de Adan y Eva tenia diferentes versiones. siempre he escuchado, leído o visto esta misma historia pero el relato siempre ha sido el mismo
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues me ha encantado esta versión en la que es Adán que le da la manzana a Eva, y además que no fuese un dato relevante, sino que lo que importase solo fuese el amor.
La verdad es que no soy creyente, por lo que la historia digamos "original", la veo más como un cuento, como todo lo relacionado con el tema, lo que sí admito que siempre me ha chirriado el hecho de que en la historia que ha trascendido fuese precisamente Eva, la "mala" de la historia, en lugar de centrarse en lo que has dado tú hoy importancia, el amor, el inicio de algo, en este caso, según ellos, de la humanidad.
Besotes
Hola, me ha encantado esta versión, que es totalmente distinta y mucho más romántica y bonita que la original. Es muy mi estilo de lectura y si no te importa, me la voy a copiar en uno de mis cuadernos, porque en ciertos momentos creo que me apetecerá releerla.
ResponderEliminarOye mira, yo que soy agnostica tirando a atea, prefiero esta historia a la que nos cuentan de siempre, que realmente es machista! siempre la mujer culpable de todo y de seducir al pobre hombre... en fin, me quedo con esta! besos
ResponderEliminarTantas veces que he escuchado esta historia pero me gusto muchísimo la narración y el tono que le diste. No sé, esta historia me pone en conflicto porque pone a la mujer como el centro de todo lo malo, y no se le perdona y hasta la fecha se le sigue castigando, me es muy irónico que en una religión que habla mucho sobre el perdón, le da la espalda a esto
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu versión, mucho más bonita. Sin tantas culpas y malas vibras. Si es que hay que mirar que algunas historias no tienen por qué ser tal y como nos las cuentan.
Besotes
Se pusieron de moda hace tiempo los retellings, otra forma de ver las historias más clásicas y sin duda esto me ha parecido un retelling bíblico mucho más amable que la historia que ha pasado de generación en generación, bss!
ResponderEliminarUna historia bíblica a la que tú has sabido darle otro color y otra entonación. Para los cristianos la manzana tiene un significado y sin embargo tú, has dado colorido a una historia tan real como humana.
ResponderEliminarHola, sin duda me ha encantado la historia. Es una versión mucho más dulce y romántica que la original que nos cuentan. Prima la sensación del amor y se asemeja más a la de dos personas humanas no tan mítica. Muchas gracias
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